De trato directo con caficultores colombianos, cultivado en una región cafetera del centro de Colombia, en las montañas del Tolima, este café tiene un proceso llamado red honey, el cual consiste en que posterior a la cosecha de la cereza ésta se despulpa pero el grano queda con alrededor del 75% del mucílago y sus azucares naturales quedan adheridos fermentándose en conjunto por más de 10 días y desarrollando aromas dulces tipo almíbar.
Este café posee notas acarameladas como el amber ale combinadas con el aroma frutal delicado de la fresa y la naranja hacen de éste café una sinfonía para el paladar que quiere un café versátil tanto para espresso como para disfrutar los aromas delicados en filtrados.
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